Podría
sugerirse que la “capital” de la Comarca de los Alerces es la
ciudad de Esquel, asentada en un valle transversal de cualidades
únicas, y protegida por un cordón montañoso imponente, que tiñe
sus paisajes de puntas afinadas que parecen incrustarse en las nubes.
La belleza de la Cordillera de los Andes, las estepas patagónicas y
un pasado protagonizado por colonos y pobladores originarios hacen de
Esquel un lugar especial.
El
otoño lleva a la ciudad no sólo colores que pertenecen a la gama de
los amarillos y los rojizos, si no un clima templado y estable, lo
que permite practicar variadas actividades de aventura en los
alrededores de la ciudad, además de recorrer los circuitos del
Parque Nacional Los Alerces.
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